Puede parecer algo muy superficial de entrada, pero, cuando vas al mercado y compras un kilo de naranjas, no sólo piensas en naranjas, verificas que lo que te ponen son naranjas. y no coles de Bruselas.
Ya sea un kilo o medio, tu dinero vale mucho esfuerzo, y en ocasiones, sudor y lágrimas...
Entonces si le das valor a tu esfuerzo... ¿por qué nos conformamos, cuando compramos una hamburguesa, en McDonalds, con aquello que nos dan y no reclamamos lo que realmente nos están ofreciendo?
Al final claudicamos pero en la publicidad nos ofrecen, nos tientan, con una hamburguesa deliciosa, repleta de ingredientes que nos hace feliz cuando hincamos el diente.
Quizás, deberíamos ir con un notario para que diese fe de lo que pasa, y marcharnos al juzgado directamente. Piensa.
Es vergonzoso comprobar que al desenvolver el paquete con la hamburguesa, el contenido nada se parece a las imágenes que nos ofrecen.
Sí, sí ya lo sé... tenemos que asumirlo pues es la vida, pero, me cago en la vida. Hay quien roba, hay quien extorsiona, hay quien viola, pero, ¿también es la vida?
Como siempre queda el derecho al pataleo, me niego a callar porque así es la vida.
Seguiré yendo a McDonalds... no encuentro una buena alternativa alimentaria entre clase y clase, más allá de que me "chuleen" o me tienten, con imágenes que nada tienen que ver con aquello que estoy adquiriendo.
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